Primera infancia e igualdad de género en las prácticas cotidianas de educación y cuidados
PRIMERA INFANCIA E
IGUALDAD DE GÉNERO
EN LAS PRÁCTICAS
COTIDIANAS DE
EDUCACIÓN Y
CUIDADOS
PRIMERA INFANCIA E
IGUALDAD DE GÉNERO
EN LAS PRÁCTICAS
COTIDIANAS DE
EDUCACIÓN Y
CUIDADOS
PRIMERA INFANCIA E
IGUALDAD DE GÉNERO
EN LAS PRÁCTICAS
COTIDIANAS DE
EDUCACIÓN Y
CUIDADOS
PRIMERA INFANCIA E
IGUALDAD DE GÉNERO
EN LAS PRÁCTICAS
COTIDIANAS DE
EDUCACIÓN Y
CUIDADOS
PRIMERA INFANCIA E
IGUALDAD DE GÉNERO
EN LAS PRÁCTICAS
COTIDIANAS DE
EDUCACIÓN Y
CUIDADOS
PRIMERA INFANCIA E
IGUALDAD DE GÉNERO
EN LAS PRÁCTICAS
COTIDIANAS DE
EDUCACIÓN Y
CUIDADOS
PRIMERA INFANCIA E
IGUALDAD DE GÉNERO
EN LAS PRÁCTICAS
COTIDIANAS DE
EDUCACIÓN Y
CUIDADOS
Tradicionalmente, las políticas públicas de infancia han tenido escasa relación con las políticas de igualdad de género y viceversa. Si se realiza un breve recorrido histórico de las últimas décadas se puede afirmar que tanto en nuestro país como en la región la integración de las dimensiones de género y generaciones es relativamente reciente. Por una parte, las instituciones educativas, incluyendo las de primera infancia, no son neutras desde la perspectiva de género. Como entidades insertas en la sociedad, los centros educativos para las edades tempranas repiten los sesgos y estereotipos dominantes, convirtiéndose en espacios reproductores de la desigualdad de género. Sin embargo, es justamente allí, en los ámbitos de socialización de la primera infancia donde se abre un espacio privilegiado para la incorporación de la igualdad de género. Introducir la perspectiva crítica de las desigualdades de género en la educación y los cuidados permite comprender y acercarse a otras dimensiones de las desigualdades sociales como las orientaciones sexuales, o las identidades de género, la condición socioeconómica, la raza, la diversidad funcional, el estatus migratorio, o la pertenencia territorial, entre otras que conforman nuestras experiencias de vida en las sociedades. Por otra parte, Uruguay ha sido pionero en la región de América Latina y el Caribe en poner en práctica políticas públicas de cuidados a partir de la creación del Sistema Nacional Integrado de Cuidados en el año 2015. Este escenario supuso un campo fértil para la reflexión y discusión de las dimensiones de género y generaciones en relación a la educación y el cuidado de las infancias en sus primeros años de vida