Buscan visibilizar la importancia de los liceos rurales en Uruguay; cumplen un rol fundamental en el desarrollo de cada comunidad
En Uruguay hay veinticuatro liceos rurales; estos centros educativos cumplen un rol fundamental como instrumento de cohesión de cada comunidad de la ruralidad. Una investigación de FLACSO Uruguay hizo foco en la realidad de los liceos rurales y las situaciones que tuvieron que afrontar a la hora de dictar clases, y evaluar, durante la pandemia de Covid-19.
Bruno Pereira, docente de un liceo rural del noreste del país y magíster egresado de la Maestría en Educación, Sociedad y Política de FLACSO Uruguay, sostuvo que hay muchos factores que hacen que se invisibilice la importancia que los liceos rurales tienen para cada comunidad, entre los que se encuentran, «creer en el supuesto que enseñar en un liceo urbano es lo mismo que enseñar en un liceo rural, y falta de formación específica hacia los docentes en relación a la realidad que se vive en contextos rurales.»
Pereira indicó que estas problemáticas se profundizaron a partir del Covid-19, y «una pandemia que tensionó a todo el sistema educativo, entre otras cosas porque hubo que enseñar de forma virtual contenidos que fueron pensados y planificados para enseñarse de forma presencial; ese fue el primer gran desafío».
«La evaluación presencial y la virtual plantean escenarios completamente diferentes, por lo tanto, las propuestas de evaluación deben tener en cuenta esos factores; estos problemas se pudieron observar en el momento en que en los liceos rurales uruguayos se vieron obligados a implementar la enseñanza de forma virtual durante la pandemia del Covid-19»
Pereira remarcó que «cada estudiante debe conocer bien los criterios por los cuales van a ser evaluados y la pandemia puso al descubierto que en particular las personas que asistían a los liceos rurales, no estaban preparadas para esa evaluación virtual».
En relación a los liceos urbanos y rurales hizo hincapié en que «tienen diferencias muy marcadas y notorias, desde el punto de vista social, desde el punto de vista pedagógico, cultural y desde la identidad».
«Cómo decía Julio Castro y cómo resalta Prada, la ciudad y el campo producen condicionantes que van a marcar al hecho educativo y estos condicionantes tienen que ver con que los modos de vida en la campaña y la ciudad son completamente diferentes, desde el horario, las rutinas laborales, los tiempos en que los integrantes de la familia intercambian entre sí. Cómo también los modos de producción, la velocidad de la vida; los contextos son completamente diferentes y eso genera condiciones diferentes para el hecho educacional».
Según Pereira, los liceos rurales tienen una fuerte función de fomento a la interacción de estudiantes que muchas veces viven a mucha distancia: «la posibilidad de interactuar entre pares es fundamental en una etapa de la vida como la adolescencia» indicó.
Asimismo, resaltó que «la cosmovisión del estudiante rural respecto al estudiante de la ciudad es diferente; la forma con la que se vincula con la naturaleza, con lo agrario, con lo ganadero, con los raid, las jineteadas; actividades que muchas veces son organizadas con la propia ayuda de los centros educativos porque funcionan como factores de cohesión de la comunidad; todos estos aspectos generan condiciones para que el hecho educativo en un liceo rural sea completamente diferente al hecho educativo en los liceos urbanos».
Para finalizar, el magíster en Educación, Sociedad y Política por FLACSO Uruguay, sostuvo que “el desarrollo sostenible en la agenda del 2030 busca construir una educación equitativa e inclusiva, para ello es crucial, que se respeten las características específicas de los liceos rurales».